Habla Saza, la perra de la familia:
Reordenando...
TRES. De la muy increible transformación de dependienta de grandes almacenes, a persona semihumana.
Tras cruzar unas breves palabras y casi caer fulminada por su mirada de Basilisco conseguí rescatar un auténtico ganchillo tunecino y un pobre y único ovillo de lana merina 100% y que compré con un sustancial descuento. Al fin de cuentas era un ovillo abandonado, fruto de una devolución y que me ponía ojitos como de doncella secuestrada. Epico ¿No?
Todo este rollo para pediros, oh posibles lectoras que trabajais cara al público, que antes de despedazar a ancianas taciturnas, penséis que tras una fachada de polvoriento ser ancestral, puede esconderse una blogera compulsiva y vengativa. (Que noooo. Que ya se que vosotras no sois de esas)
CUATRO. La caida de Penélope en el inicio de dos proyectos nuevos: Afieltrado con Seda y Ganchillo Tunecino.
De momento deshacer el hilo de la madeja.
El resto continuará en el siguiente post, porque es verano y mi hijo está de vacaciones. (Por cierto saludos a Urtun que quizá nos esté leyendo ;))