Ataque Troyano.

Si. Ya sé que tiene cierta gracia que el blog de Penélope, Reina de Itaca sufra un ataque de troyanos.
En numerosas ocasiones ya lo habían intentado, pero mi fiel antivirus los había noqueado con un buen mandoble de espada digital.
Pero está vez me han invadido. Llevo ya no se cuántas horas intentando arreglar esta masacre y advierto que como tenga que formatear el ordenata (a los dioses pongo por testigos) que alguien lo va a padecer.

Mi primer impulso fue directamente mentar a la ascendencia de la mísera criatura infrahumana, que tanto tiempo libre tiene como para generar este código ponzoñoso que me ha infectado. Pero... ¡qué culpa tendrá esa pobre famila que probablemente se ha esforzado en dar una educación de primer mundo a la susodicha alimaña!. Este infecto ser no ha sabido apovechar los recursos que se han brindado. (¡Qué lamentable!)
Luego, derroché imaginación pensando en la nefasta condición sexual del íncubo. Mas esto era demasiado triste.

A estas alturas del scaneo de mi pc, ya sólo me das pena (y atención que ahora te hablo a tí, so bicharraco, si es que puedes comprender el lenguaje humano). Has pensado, Oh misero piratilla, proyecto de persona, en enfocar tu existencia en algo de más utilidad que no ...perturbar la vida y trabajo de los demás? ¿Te haces idea de la cantidad de fiestas orgiásticas que te estás perdiendo mientras generas tu maldito código ASCII?

Lo más suave que iba a comentarte, es que deseaba íntimamente que te pillaras el escroto (o la vulva) con la bandejita portacds. De ahí para arriba, pero a última hora no he podido pulsar la tecla intro para publicarlo. Así que, desde la conmiseración, por qué no dejas de programar (o esa malsano onanismo que perpetras) e intentas ampliar tu horizonte espiritual? De momento, tatuaté el programa rompepelotas detrás de la rodilla, o en la nuca (que es más doloroso), y reflexiona sobre tu futilidad.

Al resto de humanidad que esté tan caliente como yo con este tema, os dejo la posibilidad de desahogaros con los POST MAS MALSONANTES QUE PODAIS GENERAR. Yo no los censuraré. Y ya sabéis, que si queréis, es posible el refugio del anonimato. Confío en poder crear así una gran onda de energía positiva que haga enmendarse a esos に作る作業.

En fins. Besos y Paz, hermanas.