
Os invito a una exposición...

¡Mi hijo ha hecho este collar estupendo!

Se lo ha currado para su entrenadora de baloncesto, porque le ha salido un trabajillo (a la entrenadora, no a mi niño. Todavía no pretendo vivir de él) y deja al equipo. Observese la cuidadosa selección de colores, que es un sutil homenaje a su equipo del alma. (¡Que no! ¡Que no es el Barcelona! ¡Pensad un poco...!)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)