Guindas.

No se si será algo general, pero a mí, de vez en cuando, me da por meter cosas en botes.


Debe ser el famoso gen recesivo, que nos recuerda el tiempo de las cosechas y de la importacia de conservar los frutos de temporada.

Esta vez han sido guindas en anis. Como no sabía con qué tunear el invento he echado mano de los regalos que me ha traido mi familia gomera. No se si he hecho bien pero... ¡Mirad! ¡Mirad!
Por orden de izquerda a derecha. El primer frasco sólo anis de 25 graditos comprado en la licorería de mi barrio. Pero el segundo, tiene miel de palma de la Gomera. El tercero, azucar morena. Y el cuarto, miel de abeja de Laurisilva del parque Garajonay.

Aparte de las mieles, nos trajeron una golosina para Saza, una escultura geo-botánica para Iñaki (¿Alguien sabe de qué arbol son esas pedazo semillas?) y unas chácaras (hembra) para mí. Como sospechaba, el mundo de la percusión es extenso.

Creo que les haré una funda de seda y lana partiendo del trabajo en nuno que veis. Y... ¿sabeis qué? A lo mejor organizo una kedada tejeril cuando esté listo el licor, en invierno. Y después de comer las guindas, tocaremos las chácaras.
[Smuaks]