Soy Bego, ya sabéis la señora que convive con Penélope y que de vez en cuando la llama al orden. Ultimamente la abuela ha sufrido un ataque de inflamación desmesurada y galopante del EGO ocasionado por todas las cosas bonitas que le habéis dicho del gorro infernal ese que está bordando.
Yo le digo que se tranquilice y que baje los humos. Al fin y al cabo, no ha hecho nada más que lo que todas las mujeres hacemos desde siempre: Recoger hierbas por el monte..., aprovechar los-recursos-que-la-madre-naturaleza nos ofrece (hasta que se le acabe la paciencia a la susodicha madre)..., e intentar tunear con tintes e hilos todo lo que nos rodea y no nos gusta del todo...
¡Nada! Por ahí anda con un cardador ofreciendose a cepillar gatos, perros, alpacas, vicuñas y todo tipo de bichos peludos que encuentra (hasta pelirojos). De ésta me la internan en un asilo.
Bueno. Con el loable propósito de contribuir a la difusión de técnicas textiles en la la bloglobosfera y aunque nadie me lo ha pedido (cosa que comprendo. No soy tan inconsciente), aquí va el tutorial o "making of" de cómo apañarse un muy bonito gorro orejero en fieltro. Ya podéis suponer que se puede sustituir el pelo de malamute por inocente lana de oveja para afieltrar.
1. La plantilla: Al afieltrar la prenda encoge. Así que ampliad por lo menos un 15% la talla de lo que querais conseguir. Aquí partió de un gorro de ganchillo que tejió hace un par de años.
2. Plastificad la plantilla: Afieltrar es fundamentalmente amasar lana con jabón y agua caliente. Así que si la plantilla no es un acetato (sabia opción si vais a utilizarla varias veces), proteged el cartón para que no se deshaga.
3.Empieza el masaje: Rodead con las lanas la plantilla de forma ordenana y repartida y... empezad poco a poco el masaje humectando la lana con agua caliente y jabonosa para que las fibras no se desmelenen y acabéis envueltas en pelo. Una buena herramienta es el plástico de burbujas pero se puede sustituir por badanas de piel o mantas si disponéis de ellas y queréis hacer una recreación más fiel del trabajo que seguro muestros ancestros y ancestras ejercitaron.
5. Amasar, amasar, amasar, amasar, amasar, amasar, amasar... (Ya sabéis, con oportunos descansos para tomar un te, rascar la oreja a Sza-Sza, mardar algún mensajillo con el móvil...) amasar, amasar, amasar, amasar, amasar, amasar... (Mientras podéis reflexionar en lo más profundo o en lo más estúpido según el caso) amasar, amasar, amasar, amasar, amasar, amasar...
7. Para acabar de modelar: Buscad algo que recuerde la forma del cabezón del destinatari@. ¡Para seguir amasando claro!
Ya. Fin. A bordar cuando se seque y se compruebe que no es del todo lo que se buscaba pero...