Madroño de otoño.

Lo que más me sorprendía del encuentro con la ranasapo era pensar que pocas horas después la conoceríais en vuestas casas. Directa de debajo de su hojita roja a vuestro ordenador. (En realidad si me llega a salir príncipe, me da un disgustazo) :)
Esto me ha dado qué pensar. Si ahora este bichejo es un poco más famoso, igual conoceis a HAYDEE DEL CARMEN VILLARROEL PROVOSTE. No es coña. La están buscando en Chile. http://elisabetta-chile.blogspot.com/. Y Chicha Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, que ya está muy viejita quiere alcanzar a reencontrarse con su nieta. [Del blog de Zita]
Bueno. Al lado del charco de la ranasapo encontré un montón de madroños. Son unos frutos tan bonitos que decidí hacer mermelada.

En cada casa se hacen las mermeladas de una manera. Yo utilizo una receta que me enseñó una amiga que vivió una temporada en Rusia.

Después de recolectar las frutas (vale ir al mercado, no hay que exagerar) se limpian de rabos, huesos y magulladuras y se dejan reposar con la mitad de azucar de su peso durante una noche.

La fruta habrá liberado líquido. Es pectina. Depende de qué fruta sea tendrá más (como fresas, moras...) o menos líquido (como este caso, madroños).

Se pone la cazuela al fuego y se deja hervir sólo un minuto. Dejamos reposar y repetimos el proceso al día siguiente. Si la mermelada es aún muy líquida podemos hacer este ciclo un par de días más. Así la mermelada no pierde tanto color. Se trata de sustituir tiempo de fuego por tiempo de espera. Mi amiga me contó que las amatxos (y aitatxos) rus@s retiran líquido de la cazuela para guardarlo en botellas en la nevera y utilizarlo como refresco rebajado con agua. (Tiembla Coca-cola.)

Los madroños tienen un montón de pectina así que no hay que esperar mucho para comer. Con esta mermelada rellenaré un bizcocho. :)

Detrás de la cuchara está mi segunda cosecha de lino de este año. Y detrás el parque. Y detrás la ciudad. Y detrás la ranasapo. Y más detrás, quizá HAYDEE. Y luego las abuelas de la plaza de mayo...y vosotras... y ...

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que me gustan los madroños porque parecen pompones. :)

Anónimo dijo...

Siiiiii! ¡Igualitos!!!

Anónimo dijo...

Penelope....Penelope....pero que blog tienes......
Que descubrimiento más grato ( sí te conocía , pero no con detalle de leer entradas antiguas y tal )....me guta todo ese aire rústico-arcaico-clásico-mitológico-cósmico-artístico que le das a las cosas.
Muy chulo sí, muy chulo.
"Mersí bocú" por todas las visitas....y lo de la mantita pastwok.....no tendría ni idea de hacer algo de éso....aunque la idea me ha gustado.

Anónimo dijo...

Pues yo tb hago mermelada pero después de ponerla a macerar la nocha anterior la estoy cociendo hasta que espesa y lo hago todo el mismo día, aunque este año no he cogido ni una sola mora. !Porras! con lo rica que es la mermelada.

Anónimo dijo...

Si que se parecen..
Esa mermelada y unos bisquets recien horneados... Madre Mia!!

Ves lo que haz provocado?.... Un estomago en epoca de demandas!
besos

Anónimo dijo...

Ya conocía la triste historia de esta abuela y su nieta perdida. He leido historias de reencuentros con familiares ignorados, así que sé que es posible que vuelvan a estar juntas.

No conocía una receta tan fácil para hacer mermelada; qué delicia. No conozco los madroños, parecen lo que en México de llama litchi (o algo así) a los cuales tampoco les conozco el gusto. En fin.

Gracias por una nueva receta.

Anónimo dijo...

Fíjate que mis padres tienen un madroño en su huerto y, a pesar de mi interés por las mermeladas, nunca me había dado por hacerla con ellos... Tu receta me suena a una que me dieron para hacer cabello de ángel, pero me inclino por la versión de cocer a fuego lento, lentísimo durante un par de horas. No obstante, apunto la directriz y en algún momento la pondré en práctica. Palabrita.

Anónimo dijo...

Que bonito se ve el parque.....y los madroños....ni siquiera me imagino su sabor.

Anónimo dijo...

Y bueno, si por ahí una rana se convierte en príncipe no tenés por qué disgustarte, mandalo para aquí que será bien recibido, eso sí, abrigalo primero que aquí está bastante fresquito ya.
Parece muy rica esa mermelada, aunque no tengo idea del sabor de los madroños ni tenía idea de lo que son, pero siendo mermelada algo de dulce debe tener y alcanza para mí.
Cariños

Anónimo dijo...

Anda, así que los madroños son esto? Vaya, vaya, pues no está muy bien representado el madroño en el escudo de madrid. Por aquí los llamamos arboç, y hay bastantes por los bosques, a mi madre le encantan los frutos (a mi me molestan un poco las espinitas que se qudan entre los dientes), le diré lo de la mermelada :)

Anónimo dijo...

Más datos del madroño: Su nombre científico es Arburus unedo. Viene de Arbutus que significa árbol pequeño, Unedo que procede del latin Edo, comer, y Unus, uno sólo. Es decir “Comer uno sólo” por la creencia popular de que sus frutos embriagan.

Y es cierto. Los frutos bien maduros contienen una cierta cantidad de alcohol, por ello la fama de que emborrachan y producen dolor de cabeza no es una fantasía. Los frutos se dejaban fermentar para obtener bebidas alcohólicas y vinagre.

Otra de las curiosidades del madroño es que florece en otoño al mismo tiempo que maduran los frutos del año anterior, de modo que puede verse en el mismo árbol, flores y los frutos a la vez.

Es cierto que el madroño aparece en el escudo de Madrid. La explicación que da Antonio Mingote es la siguiente: «[...] el oso, primitivo habitante del país, abraza a un árbol para impedir que venga un concejal y lo corte».

Si os decidís a hacer confitura sabed que el sabor está entre higo y menbrillo, y que si os molestan las semillas entre los dientes se puede pasar por la batidora.

...Y que no tienen nada que ver con los litchis (bueno el aspecto si, pero los litchis vienen de oriente y creo que no me desvié tanto cuando fuí al monte. Aunque ahora que lo pienso...) :)

Anónimo dijo...

Si parecen pompones, sí. Qué pinta el oso en todo ésto?
Me gusta el sapito, seguro que es más majo que muchos príncipes que andan por ahí sueltos.
Te cuento que ya que no he podido con las moras,intentaré salvar a las almendras y las garrapiñaré. Pero éso será después de las uvas.

Anónimo dijo...

Te he dejado un premio en mi blog y además no se actualizan las entradas del mío, no se porqué.

Anónimo dijo...

Muchas gracias amiga

Anónimo dijo...

Hola Penelope: Veo que el problema ocular no solo no se te ha curado sino que se ha pasado al otro ojo ¿?... Que cosas.

Entre higos y membrillo ¡Riquisimo!Ahora ya lo saboreo. Y en licor será muy exótico.
Mira que son ecologistas los osos eh? y de toda la vida,ademas.

Las majas y bandoleros que pintaba Francisco de Goya en sus cuadros siempre llevaban pequeños pompones,imitando madroños, en los recogidos del pelo o en los trajes.
Estaban muy de moda en la época :)

Anónimo dijo...

Ecologistas y reivindicativos (los osos) <(*_*)>

Anónimo dijo...

<(*O*)>
Un oso goloso