Llueve, llueve,llueve.

Sí. Llueve.
En este estado a quedado una pequeña agenda que me hice (cosiendo papel) para apuntar todas esas cosas que se olvidan y que anoto en papelitos que se pierden. ¡Bueno! Por lo menos tiene un cierto interés estético. Resignación. Peor lo han tenido bodas y primeras comuniones.

Esta pequeña catastrofe me da la escusa para enseñaros cosas de ganchillo porque... en realidad esto es un blog de manualidades textiles ¿no?.
Directo desde mi saco a vuestros ordenatas: agenda creada de cartón, papel reciclado y retal de seda; monedero a crochet en algodón, una fundita para que mi agenda no pase frio ni se moje, como le pasó a su mini hermana. La funda está hecha con un ovillo de una lana japonesa mezcla de merino y seda que me costó un riñón. (Por eso sólo compré uno. el otro riñón lo tengo en reserva para cuando encuentre EL OVILLO). Anteriormente esta funda fue un bolsito. Imaginad cómo me gusta esta lana.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Porque tú lo vales.
La lluvia me fascina y aunque
llueve sin parar,a mi no me
conmueve.

Marieli