Bueno. Voy a seguir un criterio. Primero mi propio desafío. ¡Acabaré una labor empezada!
Lo comencé en Semana Santa, durante una nevada tremenda en la casa de mis sobrinos, en Pirineos. (Es que tengo unos sobrinos muy mayores. Y muy majos). Después de comenzar el macramé me dí cuenta de que me quedé corta de diametro del cuello, pero hoy le he añadido más longitud de hilos. En caso contrario mi chucha perecería ahogada. Y no es plan. La quiero mucho. En cuanto lo acabe os enseñaré el invento. Como veis es una especie de free form adaptado al mundo perruno.
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